
Efesios 4: 25 nos dice cómo debe ser
nuestra conversación: “Desechando la mentira”. Un siervo del
Señor Jesucristo nunca debiera decir ninguna cosa que sea
falsa. No debiera hablar por ambos lados de la boca: diciendo una cosa a una
persona y otra muy distinta a otra. El apóstol Pablo dice: “Habla la
verdad cada uno con su prójimo” (Efesios 4:25). La credibilidad del
líder queda destruida cuando las personas descubren la mentira.
Efesios 4:29 dice: “Ninguna
palabra corrompida salga de vuestra boca”. La manera de hablar del
creyente cristiano nunca debería ser menos que pura. Es vergonzoso es
cuchar a alguien que a firma servir a Jesucristo decir palabras impías. Eso
revela un corazón sucio. No hay lugar en la vida cristiana para la
comunicación corrompida o sucia. La conversación que glorifica a Dios es la “que
es buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracias a los oyentes” (Efesios
4:29
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