jueves, 28 de junio de 2012

Dios trabaja dentro de nosotros

“Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho mas abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,  a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén”.

Que estas palabras se sumerjan lentamente en su entendimiento: “poderoso para hacer todas las cosas mucho mas abundantemente de lo que pedimos o entendemos” (v. 20). Que maravillosa descripción de la capacidad de Dios para trabajar dentro de nosotros

Pero, muy a menudo, nuestra atención se centra principalmente en lo que queremos que El haga a nuestro favor. Si Dios cambiara esta situacion o arreglara ese problema, entonces mi vida seria mejor. Pero El nos invita a pensar y a pedir algo más grande: Quiere transformarnos.

El Espíritu Santo tiene poder más que suficiente para cambiarnos por dentro, pero hacer ese cambio interior es, por lo general, un proceso lento. El fruto espiritual necesita tiempo para crecer y madurar. Es por eso que necesitamos paciencia y fe para creer que él esta trabajando, incluso cuando no veamos los resultados de inmediato. Dios nunca tiene prisa, y jamás nos dejara.

El Señor tiene un propósito para nuestra vida, y él trabaja constantemente para lograrlo. Aunque tiene un plan específico para cada uno de sus hijos, también tiene un objetivo superior: conformar a todos los creyentes a la imagen de su Hijo Jesucristo. Para lograr esto, nos hará experimentar luchas y angustias. Es posible que esto no tenga sentido para nosotros, pero Dios sabe perfectamente lo que esta haciendo.

¿Que le gustaría ver al Señor haciendo dentro de usted?

Medite en la palabra de Dios (La Biblia), busque las cualidades que Dios considera preciosas, y pídale que las desarrolle en su vida. Confié después en su promesa maravillosa de que él hará más de lo que usted ha pedido o imaginado.



miércoles, 27 de junio de 2012

¿Por qué es tan necesario el Nuevo Nacimiento?


El Nuevo Nacimiento es parte esencial en la salvación de las personas. Sin este evento tan importante no existe esperanza alguna para salvación. El Señor Jesucristo dijo a Nicodemo que el nuevo nacimiento era una "necesidad" sin la cual no había posibilidad alguna de ser parte del reino de Dios:    

“Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Éste vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no  está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede  hacerse esto? Respondió Jesús y le dijo ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto? De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo. Y como Moisés levantó la serpiente en el  desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 3: 1-14

Este acto de regeneración proporciona al recién nacido la capacidad para 'ver' y 'entender' las cosas de Dios. Sin el nuevo nacimiento o regeneración nadie sería salvo jamás. Pablo dice que los "incredulos" no creen a consecuencia de su separación de Dios:
“Esto, pues, digo y requiero en  el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza”. Efesios 4: 17-19

Pablo, nos declara cual es la condición del hombre que no cree a Dios, el dice que es porque "tienen el entendimiento entenebrecido -son ignorantes en cuanto a lo espiritual. ¿Porque? Porque están "ajenos de la vida de Dios", es decir, no son regenerados y como tales tienes "el corazón duro".  Cada vez que se habla de dureza de corazón, es una referencia a la carnalidad, a la condición caída del hombre en su estado natural lo que no le permite 'entender lo espiritual para poder creerlo'.  El hombre no "recibe" las cosas espirituales de Dios a causa de la dureza de su corazón (por que no ha nacido de nuevo).