En Mateo 28:19-20 nuestro Señor Jesucristo dice: “Por
tanto, id, y haced discípulos a todas la naciones, bautizándolos…enseñándoles
que guarden todas las cosas que os he mandado”. El discipulado
involucra llevar a las personas a Cristo y encaminarlo hacia la madurez. El
Señor Jesucristo discípulo a doce hombres, y en el libro de los Hechos los
vemos a ellos discipulado a otros. Más de dos mil años después, usted y yo seguimos llevando
adelante lo que el Señor Jesucristo comenzó. Tenemos que continuar con esa
misión: “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” (2Timoteo 2:2). Cada
cristiano está participando en una carrera de relevos. Cada uno de nosotros
toma el testigo y se lo entregamos en la mano a otros.
Discipular es una función en las que todos en la iglesia
deben estar involucrados. No es opcional. Tenemos que llevar a las personas al
conocimiento del Salvador y luego pasar
con ellos por el proceso de ayudarlos a
madurar. Todos tenemos que discipular a aquellos que el Señor pone en nuestro
camino.
Quizás, usted sienta que no sabe mucho. Busque a alguien que sabe menos que usted y dígale lo que sabe. Busque a alguien que
sabe más que usted y escúchele con
atención. Enseñe y aprenda. Todos tenemos que meternos en ese proceso. Nunca
nos aislemos, sino que seamos parte de
una cadena de muchos eslabones unidos.
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