El pasaje bíblico nos enseña que el Señor hizo “como había dicho… como había hablado”, él lo había prometido y lo cumplió fielmente. Todos nosotros seguramente hemos experimentado en nuestra vida momentos de decepción, frustración, tristeza o dolor ante el incumplimiento de promesas que otras personas nos han hecho; pero ten presente que en cuanto a las promesas de Dios, podemos descansar y estar tranquilos, pues él no miente, nunca falla, él cumple sus promesas, es decir en él no hay el más mínimo margen de error, Dios cumple lo que promete.
Aunque a veces veamos las situaciones difíciles y contrarias, aunque nuestra mente nos diga que no es posible y otros digan que es una fantasía, sí Dios lo dijo, él lo hará. Entonces persevera, él es fiel a su palabra, él no te miente y no te decepcionará. Él hará como lo ha dicho.
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